los postres infalibles
cocinar un postre tiene algo especial y es que no necesitas cocinarlo
Hola amigas. Hoy en la cocinita virtual huele estupendamente. Un poco a mantequilla, a caramelo, a ralladura de limón. Huele a como huelen las casas cuando alguien quiere desestresarse. O a cuando es el cumpleaños de algún conocido. O a tener un compromiso y tener que llevar un postre a última hora. Así que huele también un poco a estrés. Estrés en una pastelería, que a fin de cuentas, no está tan mal.
Cocinar un postre tiene algo especial y es que no necesitas cocinarlo. Podrías no hacerlo. Podrías comprarlo. Encargarle a alguien que lo traiga. Sacar una caja de bombones y ponerla en el centro de la mesa mientras pones celebration a todo trapo para desviar la atención de la caja de bombones que es en realidad la ausencia de un postre con un lazo dorado. A veces la vida te pone en esas. Pero otras veces, una se levanta ociosa y abre la nevera y tiene dos bloques de mantequilla que se le ocurrió comprar la semana pasada y está de buen humor, de tan buen humor que encender el horno con 38ºC fuera de casa le parece hasta buena idea. Y entonces cocinas un postre porque quieres cocinarlo. Porque te apetece estar sola en la cocina. Echar un par de horas sin ninguna prisa. Preparar algo rico cuya única función es el disfrute.
Pero claro. Para disfrutar de ese momento y no acabar dándole la vuelta a la fábula, con mantequilla hasta en las bragas y un cabreo tan notable como el quemado del bizcocho, hace falta saber hacer postres que siempre salgan bien. Una de las cosas que creo que todo el mundo debería tener es un archivo de postres infalibles para hacer en cualquier momento. Postres que no fallan, que siempre salen, que encantan a todo el mundo. Ese postre del que siempre te piden la receta porque es un éxito y parece fácil de hacer. Bueno. Yo de esos tengo unos cuantos y llevo varias semanas compartíendolos en insta. Voy a dejarte aquí todos juntitos, para que siempre que te levantes repostera puedas ubicarlos en un mismo lugar. Más adelante, también te voy a dejar alguna sorpresa extra si eres suscriptora <3
Un crumble: una compota de fruta concentrada cubierta de una costra crujiente.
Esta movida es maravillosa porque no necesitas pesar casi nada. La fruta, la que tengas en la nevera y quepa en la bandeja. La maceras con un poco de azúcar, un par de cucharadas de limón o vinagre, especias… Y la masa de encima lleva la misma cantidad de harina-mantequilla-azúcar-avena o fruto seco.
Flan de queso: uno de mis favoritos. Tengo debilidad por el flan, es cierto. Pero es que me parece el formato perfecto. Nadie te quita tu ración, te lo comes a tu ritmo, puedes prepararlo con antelación y olvidarte.
Un pudin-brownie de chocolate: esta movida es de los postres que más veces he hecho en mi vida. Tardas 10 minutos (más el rato de horno) y tiene este rollo de que parece masa cruda y sientes que vuelves a tener doce años cuando clavas la cuchara en el medio. La receta la tenéis aquí. https://paulasapron.com/brownie-pudding-con-5-ingredientes/
Un bizcocho de limón/naranja/mandarina perfecto: parece una tontería. Bizcocho de limón. Meh. Bueno, lo pruebas y luego hablamos. Parece algo denso, pero solo tienes que calentarlo unos segundos en el micro o pasarlo por la sartén para que se tueste y es una absoluta maravilla. Vale para desayunar o merendar, pero si lo sirves con nata semimontada, con helado, un poco de sal en escamas… se las vale de postre sin problema
Una gallette de fruta de temporada: otro de esos postres que, como el crumble, pueden hacerse con lo que sea que tengas por casa. Pilla fruta de temporada, extiende la masa, ponle una base de yema y colócala por encima. El rollito rústico que se lleva hace que siempre quede bien, aunque se te rompa un poco, aunque no tengas mucho gusto para plegarla.
